Objetivo: Travesía desde valle del Yeso a valle del Marmolejo

Normalmente está ruta suele hacerse partiendo desde el cabrerio hasta el valle del yeso. En nuestro caso, limitados por las nuevas restricciones vehiculares de acceso al embalse El Yeso (horarios de subida y bajada) nos obligó a hacerla en sentido contrario. Asi, llegamos al embalse El Yeso el viernes sobre las 19 pm y para evitar riesgos cruzando el puente que lleva a la ruta del Marmolejo, optamos por cruzar un par de kilómetros más arriba en el paso tradicional que lleva al paso piuquenes. Si bien es un cruce de río sencillo, las altas temperaturas y la hora hicieron dicho cruce de cuidado. Bajamos rodeando diferentes vegas hasta encontrar una vertiente con buena agua y buen lugar para acampar. Al día siguiente, iniciamos la marcha a la 7 AM remontando el valle del estero Salinillas por su margen izquierda. Luego de unos remontes y bajadas para enfrentar algunas quebradas profundas llegamos a un punto en que el Salinillas se forma por tres afluentes. Buen sitio para descansar y realizar un cruce de río sencillo para pasar a margen derecho. Por dicho borde se llega a la Gran Vega, que es un conjunto de vegas sucesivas a medida que se va ganando altura con una vista magnífica dos glaciares del Marmolejo hacia el este y el Nevado de piuquenes hacia el norte. Las Vegas se hacen cada vez más pequeñas hasta su termino, pasando a un largo acarreo de piedras. Aquí el camino deja de ser evidente. En nuestro caso te remontamos las laderas por el lado derecho que, siendo la mejor ruta a nuestro juicio, presentaba un acarreo muy inestable y complejo de gestionar. Al término del mismo, se llega un plateau a los 4.000 m. A partir de aquí enfrentamos el remitente final para el paso, que si bien track que llevábamos nos indicaba que era la ruta correcta, terminamos en filo cuya pared sur (hacia el Cabrerío) era de una alta exposición que hacía imposible la bajada. Luego de más de 20 min de análisis y exploraciones optamos por realizar un Traverse hacia la izquierda con el fin de encontrar una ruta de bajada, sin tener certeza de ello. El traverse duró unos 15 minutos con un alta exposición y que terminó en la ruta de ascensión al Marmolejo por el valle del mismo nombre. De ahí una larguisima bajada demás de 900 metros hasta encontrar el valle y un lugar donde acampar, luego de 13 horas de esfuerzo en un buen sitio al lado de una morena con agua de estero. El tercer día comienza con. La bajada por el valle hasta el Cabrerío sin mayor dificultad. Vale la pena un estero que nace desde la morrena como un lugar ideal para descansar y refrescarse y luego mucho cuidado el cruce del estero de la engorda, puesto que: sumando con las aguas del valle del Marmolejo, las altas temperaturas y la hora hizo que fuera el cruce de río más delicado de todos los realizados en la travesía. En suma, gran experiencia, Un gran grupo en que la risa fue la tónica del viaje (salvo en el paso) y que estaremos felices de contar todos los detalles en un próximo diaporama.