Pasado el Choribulder, remontando el flanco de la gran e imponente pared del diedro, comenzamos el ascenso en dirección a nuestro objetivo. Llegando al plateau de la Laguna Rubillas las condiciones climáticas cambiaron en forma importante. La ventisca, nieve y baja temperatura, hicieron que el ascenso a la cumbre quedara para una próxima ocasión. Pasamos a nuestro refugio en Lo Valdés y parte del grupo pernoctó para participar en el asado de fin de año.