Después de discutír destino para estirar las piernas y coincidir en los tiempos decidimos visitar el Abanico ya que era un cerro que Lizet no conocía y yo no lo visitaba hacia dos años…
A las 08:30 comenzamos la subida por una entrada que está por Diagonal Las Torres comuna de Peñalolen, (pasada la entrada al Templo Bahai), pasamos por un sitio algo sucio hay hartos senderos, pero no es muy complejo ya que solo hay que seguir y remontar por el costado Norte de la Universidad Adolfo Ibañez, además en ascenso hacia la izquierda está el templo Bahai que está delimitado con una reja durante buena parte del inicio de la subida lo que también sirve de referencia. El dia pintaba muy bueno, Jaros andaba limitado de tiempo asi que le dio solo hasta cumbre a velocidad crucero, durante la subida me impresionaba que durante el trayecto todo estuviera igual, hay unas marcas de pintura blanca que también te va indicando el camino llegas a un desvío que te invita hacia la izquierda, hacia abajo el bosque que se encuentra en la Quebrada del Príncipe hace la vista que sea espectacular, hora y media llegamos al nuestra primera parada, su sesión de fotos y seguimos por un sendero que se asoma por entre los arbustos pasando por Casa Piedra Alemana, serpenteando por el sendero que nos guiaba montaña arriba, desde este punto noté ciertos cambios, caídas de rocas y uno que otro desprendimiento, casi llegando al filo cumbrero nos encontramos con Jaros ya de regreso con quien nos saludamos nuevamente y nos fotografíamos ….. antes de llegar a la cumbre vimos unas placas recordatorios con un bonito dibujo de montañas y que Lizet se detuvo a observar, lo que me trajo a la mente la primera vez que lo vi, reanudamos el camino a cumbre, al llegar estuvimos dos horas muy acompañadas de cóndores y un carancho muy patudo, conversando, compartiendo, observando y escuchando se escuchaban unos truenos bastante fuertes, después se hacían más recurrentes esos sonidos, hasta que decidimos irnos, bajamos por el mismo camino hasta poco más abajo de casa piedra alemana, después nos fuimos por el bosque conociendo el lugar hasta que llegamos a un sendero que nos invitaba hacia el sur retomando el del inicio y bajamos hasta llegar al punto de partida, al llegar a casa concluí que en verdad los supuestos truenos no eran más que los fuegos artificiales que tiran por motivo de un partido de fútbol….jjjjjj
Salida redonda!!!