Una montaña tan bella como exigente, su pendiente con acarreos constantes y su terreno entre tierra, piedras y roca suelta exige concentración para evitar cualquier accidente o caídas, la primavera es una época ideal para utilizar los neveros que se logran formar, ya que sus pendientes no permiten mucha acumulación de estos. El recorrido es hermoso iniciando por su lado sur hasta entrar a su pequeño cajón por el oeste donde generalmente se hace el CB (En esta ocasión lo realizamos en una jornada), luego se sube un acarreo eterno hasta su pared del mismo lado y se bordea hasta llegar por su lado norte y subir desde ese punto a su cumbre. La vista es deslumbrante.