Aprovechando que se suponía que iba a ser un día frío partimos a subir este cerro desde Chicureo. El día nos tocó soleado y más caluroso de lo esperado. Subiendo por Chicureo, por suerte, está prohibido el paso de motos. La ruta se hace un poco larga porque no sube directo a la cumbre, sino que lo hace dando una vuelta. Al llegar al filo, límite con la comuna de Lo Barnechea, nos encontramos con muchísimas motos que además de hacer ruido y contaminar, destruyen el frágil ecosistema de la zona. Lamentablemente esto no está prohibido. Además, en la zona cercana a la cumbre, hubo un incendio por lo que la vegetación se ve muy dañada. A pesar de todo esto, la vista desde la cumbre valía la pena con unas perspectivas diferentes de los cerros de siempre.