La ruta resultó ser más larga de lo que pensábamos. El primer día buscamos el lugar de campamento y nos encontramos con que había que vivaquear en el camino.
Al día siguiente partimos a la cumbre e intentamos alcanzarla por el filo lo que resultó ser largo. Bajamos por una ruta un poco más directa. Un cuadrúpedo nos acompañó hasta la cumbre, la que llama la atención por la cantidad de basura que hay alrededor de las dos antenas, además del famoso helicóptero. Como libro de cumbre hay una caja de Johnnie Walker que usamos para dejar nuestro testimonio.