El 1 de Junio fuimos seis los participantes de esta exigente salida tanto en lo físico, psicológico como en lo técnico. Llegando a la antena emprendimos la subida hasta alcanzar el filo. Fueron dos horas de compartir experiencias en montaña y contempla la belleza del paisaje. Desde ese punto nos dirigimos hacia el sur en busca de la ansiada cumbre. El límite impuesto para alcanzarla fue el de las 14:00 horas.

Al llegar a los pasos de roca, la prioridad fue en la asistencia en los diferentes pasos y agarres, así como en la contención emocional de los trekkeros. Fue un gran trabajo de equipo. Siendo las 13:30 y estando a una hora de la cumbre,  se decide emprender el retorno, respetando así el horario límite de cumbre, permitiéndonos realizar un retorno seguro con luz de día, dada las dificultades y desafíos que presenta esta ruta.

A las 18:45 estábamos de regreso a nuestros hogares con una tremenda experiencia, habiendo puesto siempre como prioridad la integridad física y mental de los participantes.