Esta cumbre la logré en solitario, después de varios intentos, reconociendo en forma progresiva el filo rocoso que conduce hacia la cara norte del cerro para llegar a su verdadera cumbre. Esta ruta exige realizar ciertos “gateos” y subidas a rocas con un cierto grado de exposición y presencia de falsas cumbres. Una vez superado este largo filo, una suave y poco inclinada huella conduce a la cumbre.