Objetivo: Cerro Pintor

Partimos el sábado a las 08:00 desde la sede del Club, conformando un gran equipo (12 personas), a cargo de dos coordinadoras. El desafío fue mantenerse siempre como un grupo compacto, además de avanzar a un ritmo que nos permitiese alcanzar el objetivo con holgura de tiempo y no nos afectase la altura. En el grupo, más o menos la mitad conocía este cerro, otra parte no había hecho este tipo de ascenso en su vida y lo que era un factor común: no había estado en altura recientemente. Por tanto, nuestra tarea fue cuidar a los integrantes recordándoles hacer movimientos suaves e hidratarse en los puntos de descanso. Como es habitual, el sendero y la cumbre nos regalaron hermosas imágenes que fueron registradas en nuestras cámaras. Como coordinadoras quisimos que esta salida permitiese la contemplación, pero sin olvidar los riesgos que conlleva realizar un trayecto a gran altitud. De esta manera y gracias al buen estado físico de todos, el grupo alcanzó la cumbre entre las 13:00-13:30. Finalmente, según establece la tradición, hicimos el tercer tiempo esta vez en el local de La Ermita (Doña Juanita), con unas empanadas y mote con huesillo, excelente para reponerse y seguir conversando.