Una salida de última hora resultó en un ascenso al Provincia invernal, siempre largo y el último tramo agotador por el intenso frío y viento que hizo, para luego llegar a cumbre y refugiarnos en el domo a comer algo muy rápido y bajar ya que el clima empeoró y el viento y frío no eran para estar sentadas, bajamos muy rápido casi al trote hasta Alto del Naranjo que estaba muy tranquilo y agradable donde pudimos compartir nuestra comida como corresponde con una buena conversación, admiramos el atardecer y bajamos a oscuras con frontal y muy tranquilas disfrutando la noche.