A las 7:20 de la mañana emprendimos nuestra aventura hacia la cumbre del Provincia, desafiando un ascenso de 1.750 metros de desnivel. El camino estuvo lleno de animadas conversaciones, risas y pequeños placeres como chocolates y dulces, que hicieron que el tiempo volara. Al mediodía, alcanzamos la cima y nos deleitamos durante más de una hora con las vistas y la belleza de un cielo espectacular. Después de una jornada agotadora, nos esperaba un merecido momento de relax y celebración. Entre risas y charlas, brindamos por nuestro logro y por la compañía de un grupo excepcional que hizo de este día una experiencia inolvidable.