Salida de entrenamiento calma y relajada, buena conversación y un almuerzo tranquilo en el refugio. Paisaje siempre imponente de nuestra cordillera además de la vista de Santiago sin smog. A nuestro regreso entre Alto el naranjo y puente ñilhue nos acompañaron dos cóndores machos con vuelos muy bajos que nos dieron un gran espectáculo, agradecidos por poder contemplarlos a metros de nuestras cabezas. En definitiva, un gran día, gran compañía, gran energía.