Entramos por el valle del río Colorado, pero en lugar de desviarnos para cruzar por el puente que lleva hacia los Baños Azules, seguimos derecho para así ingresar al valle del estero Rabicano, donde acampamos a unos 2600m. Al otro día desarmamos campamento y partimos con las mochilas cargadas a la cumbre. Hicimos la cumbre y nos devolvimos al portezuelo para bajar hacia el valle del estero Parraguirre por donde volvimos al punto de partida. Muy buena salida que nos permitió conocer dos valle nuevos y hacer una nueva cumbre desde la que pudimos ver cerros conocidos desde otro perfil. Costó reconocer varias de las cumbres por lo diferente de la vista que teníamos. Al volver a Santiago casi no pudimos cruzar un río sin puente, pero el auto se portó bien. Es recomendable preguntar por el estado del camino antes de intentar algo de la zona, la crecida de los ríos hace que algunos cruces se vuelven impracticables por las tardes.