Desde el sector de La Ermita (poco antes de las curvas a Farellones), continuamos unos 4 kilómetros por camino de tierra hasta el punto donde se inicia el sendero de nuestro trekking. Esta vez nos alegramos cruzando un Estero Covarrubias y luego el Recauquenes, con un caudal que no se veía hace varios años!. Debido a las lluvias en invierno, será una florida primavera en la cordillera… La ruta recorre el flanco oriente del Estero Covarrubias en toda su extensión, siempre en dirección norte-sur. Luego de unas horas de caminata, llegamos a los pies del cerro Terremoto. Aún faltaba remontar el desnivel, de considerable pendiente, hasta la cumbre…otras horas más y celebramos la cumbre junto al magnífico paisaje de una Cordillera de Los Andes aún nevada. Llegamos con la última luz del día al campamento. Montamos nuestro vivac y algunos del grupo tuvieron su primera experiencia de dormir con el cielo estrellado como techo. También fue para algunos la primera experiencia de cómo ¨fabricar agua¨ y la técnica de derretir nieve. Con esa agua tomamos un delicioso café de grano para el desayuno de la mañana siguiente. El día siguiente sería largo y caluroso: desde el campamento base, continuamos por el sendero en parte con nieve dura, practicando el ¨cantear¨ para no resbalar ladera abajo. En unas horas desplazándonos hacia el sur, llegamos a una amplia y gran planicie de altura, Los Azules. El lugar le debe su nombre a unas curiosas formaciones minerales de un azul verdoso. Es el lugar de nacimiento del Estero Covarrubias, afluente del río Molina, que luego cambia su nombre a río Mapocho. Ya es hora de partir, nos espera una laaarga caminata de retorno. Dos días intensos y de esfuerzo, en grata compañía y con aires de primavera…casi verano. Hasta la próxima salida!.