Objetivo: Cumbre volcán Tupungato

Todo partió el 2017 cuando empezó a organizarse una expedición al volcán Tupungato. Por diversas razones esa expedición no pudo llevarse a cabo, por lo que quedó pendiente para el 2018. Es así como a fines/08/2018 comenzamos a conformar el grupo. Gente que se subía y gente que se bajaba, permisos varios, coordinación con el arriero, entre otros, no restaba de darle emoción (y a su vez burocracia) al proceso de organización. Día 1: Partimos desde Chacayar hacia Aguas Buenas donde gran parte de los materiales de la expedición los llevaba nuestro arriero Marcelino Ortega. Día 2: Trayecto desde Aguas Buenas en dirección a nuestro próximo campamento: Las perdices. Día 3: Finalmente nos encontramos en dirección al campamento base, último lugar donde las mulas dejarían nuestros bultos. Queríamos montar el campamento base a los 4.700 m, pero debido a la nieve acumulada, las mulas solo pudieron avanzar hasta los 4.400 m, lo que significó modificar la planificación. Se decide hacer un campamento alto a los 5.200m en lugar de los 5.600m previamente planificados. El pronóstico del meteo daba fuertes vientos para los días 2 y 3 de Enero, días en los cuales planeábamos hacer cumbre. Para el 1 de Enero el panorama presentaba una pequeña ventana sin tanto viento, donde, de no cambiar las condiciones meteorológicas, debíamos aprovecharlo. Día 4: Comenzamos a realizar el porteo desde el Campamento Base al Campamento Alto. A la vuelta se nos pierde el GPS, por lo que nuestra única referencia para el resto de la expedición son los relatos y fotos de expediciones anteriores. Retornamos a dormir al campamento base. Día 5: Hacemos un último porteo y final al campamento alto y nos recogemos temprano para iniciar el ataque a cumbre al día siguiente. Día 6: Largo día. El más pesado de toda la expedición. Nos levantamos e iniciamos nuestra jornada a las 2:30 am. La falta de GPS sumado a la mala visibilidad que hay a esa hora, significó perder la huella y remontar el filo que llevaba a la cumbre por un empinado acarreo. Llegamos al nevero previo al trepe de rocas a las 10 am aproximadamente. Luego de progresar y salir del sector de la canaleta, nos encontrábamos en la recta final para llegar a la cumbre. A las 17:00 horas los 5 integrantes de esta expedición pisábamos la cumbre norte del volcán Tupungato (6.565 msnm). Próxima a ella se veía la sur. Debido a lo avanzado de la hora, los fuertes vientos y el cansancio de los integrantes, se decide llegar sólo a la cumbre norte y retornar al campamento. Condoros más, condoros menos (incluyendo la caída por un nevero de un integrante del grupo), la bajada fue larga. Finalmente llegamos al campamento a las 2:00 am. Todos contentos por haber hecho cumbre, pero muy agotados y desgastados. Día 7: Día de descanso y de fuertes vientos. En la noche de esta jornada una de las carpas termina por rajarse completamente. Esto significó que dicha cordada improvisase un buen vivac durante la madrugada. Día 8: Nos preparamos para el descenso. Bajamos desde el campamento alto al campamento base. Día 9: Dejamos todo el material que no íbamos a utilizar en el descenso, en los depósitos para que los bajase nuestro arriero. Luego de múltiples cruces de ríos, llegamos al sector de la Vega de los flojos a las 20:30 horas aproximadamente. En este lugar montamos campamento y nos encontramos con nuestro arriero, quién iba a buscar nuestros bultos al campamento base para llevarlos devuelta a Maitenes. Nos enteramos que el camino de retorno a Santiago estaba cortado por un alud. Esto significó otro cambio en nuestra planificación. A esas alturas ya no importaba. ¡Habíamos llegado los 5 a la cumbre! Habíamos alcanzado los 6.565 msnm, altura que muchos de los miembros de la expedición alcanzaba por primera vez. Así que esto era solo un detalle. En este lugar, después de muchos días, pudimos disfrutar de unas ricas cervezas y un buen espumante. Día 10: La jornada de retorno la iniciamos temprano con un desayuno a las 6:00 am, ya que es larga la distancia hasta los autos. Cómo los caminos estaban cortados, acudió a nuestra ayuda Ismael Ortega, el hermano de nuestro arriero, quién nos llevó hasta su casa, Aquí pudimos disfrutar de unas buenas empanadas y cervezas. Desde aquí retornamos a Santiago.