Iniciamos nuestra marcha a las 9:30 por la huella que está bastante bien marcada. Hicimos una pequeña parada en la casa de piedra, como a los 50 minutos, donde nos hidratamos y alivianamos de ropa. Continuamos hasta la pequeña cascada, lo que fue aprovechado para refrescarse y rellenar agua. de ahí hasta nuestro objetivo, la laguna. Llegamos a las 12:15. Lamentablemente la laguna se encuentra totalmente seca, los cerros sin nada de nieve pese a encontrarnos en invierno. Almorzamos en la orilla y de ahí algunos recorrieron lo que era la laguna, visitando la gruta que se encuentra al final. Rodrigo subió al cerro con la cruz arriba y otros durmieron la siesta. A las 14 horas iniciamos el retorno. La bajada solo tomó dos horas. Creo que todos disfrutaron el lugar a pesar de que se encuentra vacía.