Esperábamos con ansias hacer este trekking de un lugar con belleza escénica incomparable. Sin embargo, a medida que avanzábamos nos dimos cuenta de la penosa realidad. No encontrábamos los paisajes acostumbrados. La señalética que ya era básica, ahora era inexistente. Mientras más avanzábamos internándonos en el bosque, se hacía difícil seguir las huellas de los senderos, debido a que estaban obstaculizados por cientos de árboles caídos y, en muchas partes, cubiertos por las cenizas producidas por el gran incendio que afectó a este lugar en febrero pasado. El centenario roble en el que todos nos fotografiábamos en el camino, ahora es un tizón. Finalmente, luego de perder varias veces el sendero, logramos llegar al objetivo de disfrutar un abrazo con los amigos en La Laguna Del Inca, disfrutar de la vista de Los Andes, ver el imponente Aconcagua y el Tupungato. Como recomendación, en esta época subir lo más temprano posible para bajar con luz día. Dejamos nuestros vehículos en la propiedad de don Víctor Leal, a unos 600 mts de la entrada, los vehículos quedan seguros, hay baños y también con anticipación se pueden encargar empanadas y otras cosas para el regreso, su celular es +56994845128.