Si bien la salida estaba pensada para otro objetivo, el que se tuvo que cambiar por problemas logísticos, fuimos al maravilloso Salto de Apoquindo, por el sendero que parte en calle Bulnes Correa. Fue una caminata muy conversada de principio a fin. Al llegar a la cascada nos encontramos con la sorpresa que no había nadie!. Ideal para sacarnos la “foto de cumbre” sin apuros. Así es que equilibrando la cámara fotográfica entre unas rocas, logramos capturar nuestra felicidad para el recuerdo.