Fue un día largo,con una ruta casi en solitario.Los tiempos se prolongaron en la sensibilidad de las formas.Tiempo para mirar,tiempo para sentir. Las Cuevas del Manzano se presentan múltiples,diversas y exóticas.Roca volcánica erosionada y poliforme,que ha visto pasar generaciones de escaladores.El sendero avanza y se abre paso a través del Parque de las Esculturas.Trepamos a la cumbre del Torrecillas y un Cóndor nos recibe.Vuela tan bajo sobre nuestras cabezas,que escuchamos cómo el aire se corta en sus alas.No nos perdemos en la mirada,entre la capa tóxica que cubre Santiago o el imponente Tupungato que atrae todas las miradas. Subiendo o bajando,los pasos exigen precauciones. Después de un día nublado,el cielo ofrece una apertura.El Sol con un potente haz de luz ámbar va desplazándose lentamente por cada una de las altas cumbres de la montaña.El ocaso del día se pierde a la distancia,en la tenue figura del majestuoso Tupungato.Hacia la costa,cielo intenso Magma volcánico. Bajamos en un Trekking nocturno,por el bosque esclerofilo.