El camino del montaraz nos llevó a una exigente y hermosa ruta invernal. La cual no estuvo exentas de detalles y problemas tanto al inicio de la actividad y después de concluida, las que se fueron resolviendo, como debe ser en montaña, mirando al frente y mostrando el carácter que nos debe esta actividad.
Esta salida, tenía como plan inicial el ingreso por la Ermita y salir por El Manzano, lo que no fue posible. Debido a un accidente vehicular en KM 7 camino a Farellones, lo que nos obligó a una modificación logística y de itinerario. Debiendo realizar el inicio de la actividad por el manzano y saliendo por La ermita, lo que retraso el inicio en dos horas y algo más. Ingresamos al rio por un camino lateral conscientes que sería una larga jornada tomando decisiones y adaptándonos a la nueva ruta trazada en sentido inverso. Algo que no debería ser problema para quienes disfrutamos responsablemente de este deporte, realizamos los múltiples cruces de rio donde se aprovechó de practicar y además cohesionar la cordada apoyándose unos a otros. Desde la cota 1600 sector el manzano nos encontramos con una gran cantidad de nieve, llegamos al antiguo refugio de los Azules, lugar que usamos para un breve descanso, fotografías reír un rato y continuamos nuestra aventura rumbo a las lagunas de los azules, las cuales estaban totalmente cubiertas de nieve, al comprobar coordenadas nos dimos cuenta de que estábamos sobre ellas. Ya anocheciendo enfilamos con rumbo noreste de las lagunas, desde el punto que da inicio al rio Covarrubias, comenzando nuestro descenso hacia la ermita, un cruce de rio con nieve que no estaba considerado, el cual nos dejó con más de un montaraz con calzado mojado, ya que teníamos mucha nieve la que no nos daba una visión exacta del ancho del rio. Después nos siguió una zona de avance muy lento (aproximadamente 4 a 5 km), que, por la cantidad de nieve, la inclinación de las laderas y altas posibilidades de caídas. Hicieron que el avance fuera lento y con mucha cautela. Pasado este sector la montaña nos pesó, nos midió y nos encontró dignos, entre ese sector y la cascada de piedra nos acompañó un zorro, el cual, así como apareció se marchó. Ya en la cascada de piedra el trayecto se transformó en un avance por un sendero arriero muy marcado y mucho más sencillo de llevar con los cuidados que el cansancio y la oscuridad obligan. En un avance bastante largo (Aprox. 15 Km) desde este punto, llegamos al punto de conexión de los ríos Covarrubias y Toyo, la experiencia en el sector nos hace elegir cruzar por el brazo del Covarrubias que es más fácil. Luego tomamos rumbo por el camino vehicular interior hasta el portón del cometierra, donde nos estaba esperando nuestra van, con la gentileza de un buen café y galletas que se agradecieron como si fuera una cena Michelin después de ese desgaste de energías.
Resumen de la actividad: Aprox. 37 kilómetros de recorrido, 19 horas de marcha, 2120 m desnivel +. Un grupo de montaraces que llenos de energías y buenas vibras, siempre dispuestos a apoyarse unos a otros, fueron un grupo con una energía maravillosa. Siempre pendientes del que estaba a su lado. Mención especial para Jose Teixido, quien mostro, complementar su alta capacidad para llevar a buen puerto la aventura, desde la complementación y no la competencia. Muestras de ser un gran líder y jugando un papel de unión en la cordada. “Facta Non Verba, nullius in Verba”.