Objetivo: Trekking al Estero Leonera y ascenso cerro La Polvareda

Llegamos a las 8:45 a La Parva para adentrarnos a lo desconocido, bueno al menos para nosotras. Al inicio seguimos un sendero que nos invitaba a admirar un rancho y alrededor varios caballos pastando. Siguiendo, nos topamos con una cruz blanca, una bandera y muchas apachetas que le dan al lugar un halo algo místico. Lizet saca por conclusión que era una especie de santuario de animales o algo parecido, lo que no está tan lejos de poder serlo, ¿o no?. Seguimos un sendero que a ratos se perdía y volvía a aparecer, hasta transformarse en uno solo muy bien marcado, acompañado de unas varillas pintadas de naranja todo el trayecto. Al frente, la vista era espectacular, mucho valle y quebradas verdes donde supongo debe estar el sector de Yerba Loca. Nos adentramos siempre siguiendo el estero tomando la derecha, pasamos la cascada y seguimos subiendo otros 100 metros hasta cruzar dicho estero justo a los pies del cerro La Polvareda; eso nos tomó 3 horas, descansamos y tomamos merienda. Ya recargadas comenzamos el ascenso hacia la izquierda por un sendero que apenas se veía, luego hacia la derecha para enfilarnos nuevamente hacia la izquierda, vemos el filo cumbrero que para para ser alcanzado hay que subir un acarreo del terror, está la opción de tomar la derecha donde hay unos roqueríos y se puede acceder de manera más fácil, pero como nos gustan los desafíos, por no decir, sufrir, nos fuimos por el acarreo. Era un misterio que quería dilucidar el saber que había tras ese filo, cuando llegamos la vista realmente era extraordinaria!. Hacia el oeste está Yerba Loca, un imponente Manchón, Cain y Piches (me gustaría saber como se llama ese cordón cordillerano), al noroeste La Paloma y Altar, al norte Leonera y al este, Pintor y La Parva. Nos tomó 4:30 desde el inicio (La Parva) a la cumbre, donde había una cajita con varios testimonios y nosotras, por cierto, dejamos el nuestro, nos fuimos raudas al auto, admirando el paisaje regalado ante nuestra vista, felices y maravilladas y tan cerca de Santiago!