Como estaba planificado, Nos tomó dos jornada alcanzar el punto más alto posible con apoyo de las mulas. El tercer día era nuestra posibilidad de acceder a la cumbre. Fue complicado encontrar los paso entre el laberinto de neveros y grandes depresiones pero logramos avanzar hasta unos 500 metros de desnivel de la cumbre y ya en el cono somital, nos detuvo un lluvia de piedras a gran velocidad, una de ellas alcanzando tangencialmente el casco de Lizeth por lo que decidimos evacuar y con ello postergar el logro de esta hermosa cumbre.

Lo rescatable de esta experiencia es que con el conocimiento del arriero y de uno de los dueños de fundo que nos dio el permiso de paso, se pudo establecer una ruta más expedita para un futuro intento, para el cual contamos en el ofrecimiento del quien nos otorgó el permiso de acceso.