El viernes fue un día soleado, lo que nos hizo pensar que el sábado sería parecido, pero una vez arriba, a 200 metros de la cumbre aproximadamente, se cerró por completo y el viento, la nieve y el frío nos puso dificultad. Lo que sucedió es que el mal tiempo pronosticado para el domingo se había adelantado. Seguimos estoicos hasta la cumbre y finalmente lo logramos todos en dos tiempos.