Diaporama

Cerro Manchado, tras la huella del primer testimonio de cumbre

Te invitamos a conectar con la pasión de Rafael Reinoso por conocer y revivir la historia de personas pioneras en montaña como Eberhard Meier, miembro del DAV, famoso por hacer numerosos primeros ascensos en los Andes centrales de Chile.

Inspirado en fotos de su expedición de 1945 a Cerro Manchado, quiso repetir esta travesía y descubrir en la cima el tesoro de su testimonio cumbrero dejado ahí por el legendario socio del DAV Ludwig Krahl.

Junto a una cordada de 4 montañistas y arrieros del sector de las Termas de Colina, llegó hasta el hito limítrofe con Argentina, el paso Colina, en su segundo día de expedición.

Estando solos en Argentina se encaminaron en dirección al Estero Bandera, observando la grandeza del cerro Castillo y el Cerro Manchado, sorprendiéndose con guanacos que les observaban atentos .

En la parte superior del valle del estero Bandera, montaron el campamento a 4200 metros sobre el nivel del mar, logrando una vista clara de cómo tendrían que ascender la cara noreste de la montaña. La cosa no se veía fácil.

Ese día culminó con un espectáculo de colores y contrastes impresionante. Las vistas a las caras sur del volcán San José y el cerro Marmolejo eran postales verdaderas, y los últimos rayos de sol en los contrafuertes del cerro Manchado eran un regalo para los sentidos. Así, se refugiaron en sus carpas, preparándose para el día más anhelado de la expedición.

El día de cumbre, por diversas circunstancias Rafael avanzó en solitario a la cima, que se presentaba amplia, y con vistas formidables desde el punto más alto. Fue un momento especial cuando encontró el testimonio de la expedición de Meier, un verdadero tesoro del montañismo chileno.

Se le generó una marea de sentimientos, algunos encontrados, al descubrir este tesoro de hace más de 78 años. Luego de leer el testimonio, fotografiarlo y dejar todo en su lugar, descendió para reunirse con su equipo. Aunque no sabía cómo expresar sus emociones, compartió este momento único con ellos.

A partir de acá bajaron juntos al campamento a orillas del estero Bandera, bajando al día siguiente a sus hogares.

Los invitamos a un viaje donde no solo conquistamos montañas, sino que también descubrimos tesoros y escritos que resguardan la historia de los que nos precedieron.

Un viaje lleno de emociones, esfuerzo y belleza natural que nos dejará maravillados.