Reporte de Actividades del Club Alemán Andino
Santiago 1964-1968
En una asamblea extraordinaria en agosto de 1964 se cambió el nombre del Club Alemán de Excursionismo Santiago (Deutscher Ausflugverein) a Club Alemán Andino (Deutscher Andenverein). Con la antigua denominación no se comprendían todas las diferentes actividades en que nuestro club había expandido su ámbito de trabajo, por ejemplo, el ski, camping, diaporamas y por supuesto, también excursiones y campamentos. Estamos orgullosos de tener, como antes, la edelweiss en común con el Club Alpino Alemán. Allá los Alpes, acá los Andes, ambos incluyen, bajo las tres letras DAV, la misma idea, una misma actitud.
De la misma forma, en 1964 -40 años después de la fundación de nuestro club- ingresamos a la Liga Chileno Alemana la que funciona como institución paraguas de todas las organizaciones alemanas en Chile, una unificación que se esfuerza por alcanzar objetivos comunes.
Como puente a la antigua madre patria se nos dio el honor, en septiembre de 1968, de ser miembros invitados de la Federación Alemana de Clubes de Montaña con sede en Stuttgart. Al mismo tiempo, el Club Suabo de Alpinismo (Schwäbische Albverein), por sugerencia del Presidente de la Federación Georg Fahrbach, tomó el patrocinio del Club Alemán Andino, lo que queremos destacar con especial alegría.
Debido a la creciente presión de nuestros socios esquiadores, se realizó una importante ampliación del refugio de Farellones. Las etapas de la ampliación se fijaron de forma de terminar para el Campeonato Mundial de Ski de 1966, de forma que pudimos recibir a la Selección Nacional de la República Federal Alemana desde el 17 al 27 de agosto durante sus entrenamientos en nuestro refugio. En este punto debemos agradecer en forma especial al embajador alemán en aquel momento, el señor Gottfried von Nostitz, por su apoyo así como por la generosa ayuda de la República Federal que nos transmitió. También hay muchas personas y socios a quienes agradecer, puesto que sin la organización que prestaron para este trabajo, no habría resultado como está hoy. Nuestro especial agradecimiento es para nuestros socios Edgar Köster y Otto Balze así como también a nuestro presidente de la época, Walter Watznauer.
La ampliación de los dormitorios y del comedor del refugio de Farellones nos dio la posibilidad de ampliar el hostal juvenil «Jürgen Lüders» ubicado abajo del refugio, de forma que ahora hay disponibles alrededor de 24 posibilidades para alojar, así como suficientes baños, un rincón para cocinar y un hermoso salón.
Si es que, al mismo tiempo, de forma casi desapercibida, también en nuestro refugio tan bien ubicado en Lo Valdés haya sido posible realizar trabajos de remodelación, se lo debemos agradecer, en primer lugar, a nuestro presidente honorario Hermann Sattler. Tres habitaciones fueron equipadas y cómodamente amuebladas.
Junto a estos destacados hechos de los últimos años continuó la actividad normal del club. En tiempos de avances técnicos ya no queda mucho de las excursiones al estilo antiguo. A pesar de eso, nos alegra que un creciente número de nuestros socios se acuerde de las excursiones -en parte, en su círculo familiar, em parte durante nuestras salidas y campamentos- y que este tipo de deporte se practique en forma regular. Entre los grandes eventos se encuentran los campamentos junto a las termas de Socos y en el valle de las Palmas de Ocoa y Cocalán. Nuestro tradicional asado en Lo Valdés atrajo hasta 120 socios y amigos. También los diaporamas, realizados en diferentes series cada año, pudieron atraer un gran círculo de interesados. Los diferentes temas de Chile, de otros países de Sudamérica, de Europa y África nos mostraron que el área de trabajo de nuestro club se mantendrá vigente.
A pesar de la débil caída de nieve en la temporada de invierno 1968 y la siguiente calma que vino hay que señalar el agradable repunte del trabajo juvenil. Los jóvenes de nuestro club vinieron en diferentes oportunidades y junto con el DAV Valparaíso realizaron un primer curso de montañismo para jóvenes en Lo Valdés, el que, bajo la dirección de Kurt Claussen, tuvo un gran éxito. En el año 1968 también pudimos, por primera vez, nombrar un pequeño grupo de jóvenes para diferentes cargos, por ejemplo, además del encargado juvenil, un encargado del ski juvenil, un encargado de las excursiones juveniles, etc. Justamente el trabajo juvenil es el que merece especial atención, ya sea para generar un crecimiento que sea lo suficientemente grande para que alguna vez los destinos de nuestro club puedan ser liderados bajo su propia responsabilidad.
Durante la asamblea general de 1968, un grupo de antiguos y fieles socios fueron nombrados socios honorarios y honrados en una cena para agradecer así sus décadas de trabajo por el club.
Las finanzas del club, debido a los trabajos de remodelación de Farellones, se han vuelto un motivo de preocupación. A pesar de esto, el directorio confía en poder resolver un problema urgente: la obtención de una sede propia en el barrio de Providencia. En la asamblea general en marzo de 1968 se formó un comité con los socios Rudolf Goyeneche, Alfred Heller y Herbert Rentzsch que ha desarrollado un buen trabajo de preparación. El directorio ha dejado madurar esta idea tan lejos que espera que en la asamblea general de 1969 se pueda hacer pública. Para eso se espera especialmente que los socios más fuertes financieramente, a quienes se demostró a través de la ampliación del refugio de Farellones que el club está en la posición de realizar planes ambiciosos cuando se llama a una acción comunitaria que realza lo que nos une y deja atrás los pequeños intereses individuales.
Ludwig Stuth
Artículo publicado originalmente en la Revista Andina 1965-1969
Traducción: Álvaro Vivanco